lunes, 2 de abril de 2012

No cometamos el mismo error // Jeremías 42:1-20

No cometamos el mismo error


Texto  Bíblico:  Jeremías 42:1-20

En días pasados meditábamos respecto a la importancia de esperar en las indicaciones de Dios, y hoy a través del profeta nos habla de la importancia de valorar cada oportunidad que nos da; obviamente este fue mensaje que Dios envío a parte de su pueblo que le buscaba y quería hacer su voluntad (Vr. 3) -supuestamente-, pero sabemos bien que no es suficiente decirlo, porque hay que demostrarlo, ¿hasta qué punto este pueblo lo hizo?  Leamos la historia.
La respuesta de Dios fue clara, les dio -como siempre hacía- dejándoles a ellos la alternativa de escoger, entre: Si se quedaban quietos allí, entonces el Señor se comprometía a edificarles y plantarles y darles lo mejor en aquella tierra, pero era importante que sacaran de su corazón todo temor hacia el rey de Babilonia -tipo de satanás-; ó, si en lugar de obedecerle, por el contrario no quisieran morar en aquella tierra y de nuevo salieran a ese lugar -Egipto-, entonces morirían a espada (Vr. 16) y les vendría muchas calamidades a ellos y sus hijos. Infortunadamente, y como siempre hacía Israel, otra vez no atendió al profeta (43:) y emigraron a la tierra de su desgracia y desintegración.
En ocasiones nos parecemos a este pueblo, porque pareciera que sí le buscamos porque vamos y pedimos dirección,  en oración o a nuestros líderes espirituales, pero resulta que no nos hablan lo que queremos oír, entonces con arrogancia pensamos, "No eso no viene de Dios" y seguimos con nuestros planes torcidos y sin oración, ni revelación divina, hacemos simplemente nuestra voluntad.
Es mejor arrepentirnos y volver a comenzar, antes que caer de nuevo en la esclavitud de Egipto (tipo de inmundicia, rebelión y perdición eterna); recapacitemos, en qué áreas aún no le damos el señorío a Dios, o qué cosas nos ha mostrado que están mal y seguimos fallándole tanto.
Oración. Perdónanos Señor, queremos volver en amistad contigo y seguir adelante para alcanzar ese éxito que ya tienes separado para nosotros, nos arrepentimos de todo nuestro corazón el haberte desobedecido, el haberte fallado, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, amén.

UNA QUIETUD ACTIVA // Salmo 46:10

UNA QUIETUD ACTIVA


Texto  Bíblico: Salmo 46:10
 La toma de decisiones en ocasiones se convierte para nosotros en un dilema, es más, a veces hasta para las cosas más simples nos mostramos tan indecisos, como si nos costara un trabajo horrible decidir incluso qué vestido ponernos cada día. Nos falta formar en nosotros el hábito de aprender a consultar a Dios y más aún, de aprender a escucharle atentamente.
El Señor cuando dice "estad quietos y conoced que yo soy Dios", no se está refiriendo a que dejo todo tirado y que cada cosa se arregle sola, porque así no funciona. Es más bien dejar de actuar apresurada o alocadamente, porque eso no permite que nuestro espíritu se conecte con el Espíritu Santo, de tal forma que nuestra alma se aquiete y reciba la paz y la dirección de Dios, para muchos este "ejercicio" es muy difícil, porque quizás piensan que ha de bajar un ángel y debe hablarle con una voz impresionante, y entonces allí sabrá qué hacer.
Una anciana muy sabia, me decía un día que cuando tenía un problema o alguna crisis a tal punto que no sabía qué hacer, simplemente se arrodillaba iba y le decía al Señor que francamente tal o cual cosa, le había quedado grande o ella en todo caso no comprendía nada y que ese era un caso para el Padre y no para la hija; luego, iba se bañaba, se arreglaba y daba una vuelta, más tarde regresaba y comenzaba a trabajar en lo cotidiano y en algún momento del día su corazón la "inquietaba" por algo en particular y entonces ella de nuevo conversaba con Dios, se admiraba porque ya no estaba tan ansiosa y de repente allí ante sus ojos, surgía la solución a su situación; bueno a ella esto era lo que le funcionaba; pero es simplemente estar en conexión con el Espíritu Santo de Dios, y es Él quien actúa como dice la canción "de formas que no se pueden explicar"
Ejercítese en buscar la dirección de Dios y aprender a escucharle, porque Él siempre nos habla, a través incluso de un dibujo animado, una persona, un texto, etc., pero es necesario desarrollar la sensibilidad espiritual y ser un estudioso juicioso de Su Palabra. Dios le bendiga.

VENGA HOY A ÉL // 1ª de Juan 5: 1-12

VENGA HOY A ÉL


Texto  Bíblico: 1ª de Juan 5: 1-12
 Existen personas que dicen que "con tal de creer en algo, todo está bien"; sin embargo, no se trata de creer en lo que sea o como algunos aducen, "la fe del carbonero" porque "peor es no creer en nada"; este es un extremo peligroso, porque Dios no quiere que seamos así, sino que espera que todos tengamos la certeza de que Jesucristo es su Hijo, que siendo divino se encarnó como hombre para venir a darnos ejemplo de vida, y que le amemos a través de guardar sus mandamientos, esto le demuestra a Dios nuestra fe auténtica, sincera y nuestro deseo de siempre agradarlo.
El testimonio es muy fuerte porque viene del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tres que son uno (Vr.7), y debemos entonces obedecer y aceptar la Palabra de Dios como esa verdad absoluta para nuestra vida, y por eso dice que quien tiene al Hijo, también tiene al Padre y a su Espíritu; no es que creamos porque sí, es que está escrito y su testimonio es verdadero, además nos hace bien, nos llama a apartarnos no solamente de la incredulidad, sino de una "fe ciega", es con nuestros sentidos, con todo nuestro entendimiento y todo nuestro ser.
Quizás hoy es un día en el cual usted se ha levantado con un deseo enorme de que Dios le hable, pero en ocasiones, le han asaltado dudas, no tema, confíe en Él porque es el verdadero, quien le ama profundamente y quiere llenar su vida de gozo y paz, no obstante, Dios quiere ver en su corazón una verdadera fe, y es a la luz de la Palabra que nuestro corazón se fortalece en esa fe, porque ella nos descubre ese Dios maravilloso y lleno de misericordia que tanto nos ama. Abandone toda incredulidad o una fe incierta y a ciegas. Dios le bendiga.

SI SE BURLAN, QUE SE BURLEN // 1a. de Juan 4:3-6

SI SE BURLAN, QUE SE BURLEN


Texto  Bíblico: 1a. de Juan 4:3-6
El apóstol Juan es llamado también el apóstol del amor, porque quizás es el que más énfasis hace respecto del amor de Dios, no obstante, en su enseñanza es muy claro y llama las cosas por su nombre, y en esta ocasión está aclarando bien cómo conocer bien el Espíritu de Dios y el del anticristo,  lo hace con tal énfasis y claridad, que no queda duda alguna. Sencillo, quien no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios.
Nos alienta a quienes sí lo confesamos como el Hijo del Dios encarnado, y nos reconoce como hijos de Dios, que hemos vencido, porque mayor es el que está en nosotros, Cristo Jesús -que reina en nuestro corazón-, y quienes son del mundo, pues igualmente ¡sencillo! El mundo es que los oye. En conclusión, quienes amamos y creemos en Dios, tenemos en nuestro ser ese deseo de solamente escucharlo a Él y hacemos caso omiso a qué cosa nos esté hablando el mundo, lo cual siempre tiene que ver con los deseos de la carne y con querer complacer a todo mundo.
No se incomode porque la gente se burle de usted por su deseo de agradar a Dios en todo, según esta porción bíblica entendemos que así  ha sido desde la antigüedad, porque aquellos que están en la maldad y la incredulidad, aunque no quieran reconocerlo, sienten en su conciencia que están mal y que su camino es incorrecto, pero su orgullo es más grande y acallan su conciencia con comentarios negativos o de burla, hacia quienes desean de todo corazón, agradar a Dios.
Oremos juntos. Amado Padre celestial, muchas gracias porque como tu hijo, ahora entiendo que debo manifestar tu Espíritu en mi vida, a través de mi testimonio por mi compromiso contigo, gracias porque si esto hago, sé que me verán diferente al resto de los del mundo, pero también anhelo que por esa misma razón, muchos quieran conocer de ti, derrama entonces de tu gracia sobre mi vida, te lo ruego, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo. Amén.

SEREMOS COMO ÉL // 1a. de Juan 3: 1-3

SEREMOS COMO ÉL


Texto  Bíblico: 1a. de Juan 3: 1-3
 Hace un tiempo atrás se usaba mucho un dicho popular y medio jocoso que de cierta forma nos ayuda a ilustrar la reflexión de hoy, se decía: "¿cómo será el papá?", haciendo referencia a que tal o cual comportamiento seguramente era producto de la herencia. Los hijos de Dios debemos entonces mostrar de igual forma esa herencia de parte de nuestro Padre celestial, y una característica muy especial es el amor, y el apóstol Juan siempre en sus escritos hace énfasis al respecto, precisamente porque él mismo pudo darse cuenta lo especial del amor de Dios hacía nosotros sus hijos.
El apóstol dice en esta carta que cuando el Señor Jesucristo,  se manifieste seremos como él es, por tanto nuestra esperanza en verle nos hace que nos purifiquemos constantemente de nuestra maldad, esto es bien importante, porque en ocasiones muchas personas aducen que hay que disfrutar ahora que se está en este mundo, porque no comprenden que la estadía aquí es una preparatoria para cuando pasemos a la eternidad, por si fuera poco, no sabemos cuándo partiremos, razón por la cual, debemos siempre vivir cada día en pureza y esto no se trata de religiosidad, se trata de una vida práctica, en la cual, siempre debe estar presente nuestro deseo de querer parecernos a Cristo, porque es Él nuestro modelo; pero en ocasiones buscamos modelos en gente de la farándula, de la televisión, y esperamos que la gente -quizás-, vea en nosotros personas amorosas y de paz, esto es sencillamente imposible, porque en resumidas cuentas, cada hijo debe parecerse al padre, así  sea en un rasgo físico o en su forma de actuar, y quienes no tienen a Cristo en su corazón, sencillamente "no pueden dar de lo que no tienen".
No tema mostrar ese rasgo espiritual que le identifique con el Padre, porque es lo que nos ayuda a tener una vida en plenitud, para poder dar a otros de lo que Dios ya ha puesto en nosotros; quizás usted no se sienta tan adecuado(a), pero siempre tenemos algo qué compartir con los demás de aquello que hay de divino en nosotros, de parte de Dios. ¡Somos hechos a su imagen! No lo olvide ¡Dios le bendiga!

IDENTIFIQUÉMONOS ENTONCES // 1a. Juan 2

IDENTIFIQUÉMONOS ENTONCES


Texto  Bíblico: 1a. Juan 2
Guardar los mandamientos de Dios, significa tener para sí o cultivar su bendita Palabra en nuestro corazón,  y recordemos que la misma Palabra advierte que es del corazón que salen todas las cosas, sean buenas o malas (Lucas 6:45)-, como quien dice, que los Mandamientos transforman y cultivan un corazón, para que de él salga solamente lo que dice el Señor; qué interesante ¿Verdad?
En este capítulo encontramos un énfasis muy fuerte de parte del apóstol Juan, respecto de si queremos ser gente sincera, transparente, porque es de la única forma que podemos permanecer en Él, pero juntamente con ello es imperativo que amemos a nuestro hermano (Vr. 9), de lo contrario, no podemos decir que andamos en la luz de Cristo. El otro énfasis del apóstol aquí es la urgente necesidad de aborrecer al mundo y sus placeres (Vr. 15), es decir, no aferrarnos a lo que nuestros sentidos nos inclinan, porque dice la Palabra que los deseos del mundo y sus placeres pasan, pero quienes hacen la voluntad de Dios, son los que permanecen. Son dos situaciones un poco diferentes, pero que en el fondo vienen a ser el resultado de un corazón que esté verdaderamente rendido a Cristo.
No tema que le identifiquen como cristiano(a), más bien sí  tema que usted quede como "del montón", sin identidad alguna, porque es un hecho que debemos mostrar en nosotros, quién es que dirige nuestra vida y quién mora en nuestro corazón.
Oración. Amado Señor, queremos que tú te veas en nosotros, para que la gente que no te conoce, puedan llegar a tus pies, por nuestro testimonio; perdónanos las cosas que no están conforme a tu voluntad en nuestra vida y sácala de nosotros, te lo rogamos de todo nuestro corazón, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, amén.