viernes, 23 de diciembre de 2011

El verdadero homenaje Isaías 9:6

El verdadero homenaje
 Isaías 9:6
  
"Porque un niño nos es nacido, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz".
"Y tú Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel" (Miqueas 5:2).
Los profetas anticipaban al pueblo que vendría uno que sería majestuoso, grande, sabio y que guiaría a todo un pueblo, al estilo de un pastor con sus ovejas. Esa es la meditación que para este día sugerimos, porque aprovechando estas fechas precisamente, entonces es bueno pensar de quién se trata exactamente la persona que motiva -se supone-, todas estas festividades, a las cuales se les ha involucrado muchos elementos que en realidad nada, tienen que ver con le realidad del natalicio del Señor Jesús.
El más impresionante regalo e inmerecido por cierto, nos ha dado el Padre celestial, nos envío a su Unigénito, al Admirable, para que justamente le respetemos y admiremos; al Consejero, para que le escuchemos y le obedezcamos, para que todo nos vaya bien; el Dios Fuerte, para que nada temamos porque estamos en las mejores manos; Padre Eterno, que sepamos que él y el Padre son uno y que por tanto, le amemos y le busquemos de todo corazón, porque no tiene fin; al Príncipe de Paz, el único que realmente puede darnos esa paz que tanto anhelamos y que no la podemos encontrar ni en el licor, ni en la rumba, ni en persona alguna. Esto si lo pensamos con la profundidad de las palabras que dijeron los profetas, nos cambia todo ese esquema que quizás debido a la tradición hemos traído por generaciones, y que no nos ha dejado ver toda la realidad del acontecimiento más impactante que lleva nuestra vida a comprender lo grandioso de la encarnación de Jesús.
Hoy tengamos por cierto en nuestro corazón que mientras para algunos esta época significa parranda y licor -lo cual confunden con la verdadera alegría-, para quienes hemos recibido a Cristo resucitado y Todopoderoso, en el corazón, debe significar un impacto glorioso que nos ha arrebatado de las garras del destruidor de las almas. El Padre celestial nos ha dado el mejor regalo y por eso en cada época de este año, es lo que más debemos recordar y celebrar, en gratitud a Dios, por su gran misericordia, porque el Señor Jesucristo, dejó su Trono de Gloria, para encarnarse y hacerse como uno de nosotros, sólo que en una total santidad.
Oremos juntos. Gracias Padre celestial, gracias Amado Señor Jesucristo, hoy al recordar las palabras de los profetas, no podemos menos que agradecer, pero también rogarte Oh Dios, que nos ayudes a ser llenos de tu poder y tu gracia, para enseñarles a otros, el verdadero significado de esta fecha, cuando tú amoroso Padre nos hacías entrega de este maravilloso regalo, llamado Jesucristo de Nazaret, Príncipe de Paz, Dios admirable, Consejero. Amén.

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