jueves, 12 de enero de 2012

ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE // Génesis 2-3

ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE.


Texto  Bíblico : Génesis 2-3
Dios nos bendice de forma extraordinaria, y desde los comienzos de la humanidad observamos que es el mismo hombre quien se negó esa naturaleza de santidad y pureza que Dios le otorgaba, todo, por estar escuchando otras voces. Dios que le había dado a Adán y a Eva n escenario impresionante para que el hombre viviera con alegría y desarrollara sus proyectos, éste malogra todo el deseo de Dios, por su deseo de querer ser como Dios.
El hombre ha permitido que Satanás le esté mostrando espejismos, y siempre el punto es querer poner al ser humano a competir con Dios, cuando fue precisamente esto, lo que provocó su expulsión del Trono de Dios.
Tengamos cuidado qué  escuchamos, qué vemos y qué hablamos, porque en todo momento es lo que está en nosotros o en nuestro interior, lo que nos pone en peligro de perder las bendiciones de Dios; de igual forma nuestra naturaleza "adánica", buscará siempre a quien echarle la culpa de nuestras malas decisiones, seamos muy cautelosos, comenzamos un año que promete será de grandes bendiciones, pero también de grandes desafíos, no permitamos que el demonio se interponga en nuestros planes, comenzando por el mejor de los propósitos, como es el tener este año una excelente relación con Dios, en la cual debe primar nuestra obediencia a Él.
No tenga temor de nada, mire solamente a Dios, no escuche voces negativas, porque el Señor le dice a usted: "No temas porque yo estoy contigo", así que siga adelante, sueñe en grande y tenga mucho cuidado en su forma de hablar, porque es con la boca que en ocasiones, echamos a perder nuestros sueños, cuando decimos cosas negativas o tenemos conversaciones sucias; hay un principio muy especial, que nos ayuda mucho en este anhelo y es el siguiente: ¿Su conversación la puede escuchar Dios? ¿Todo lo que usted mira, lo puede mirar Dios? y finalmente, ¿lo que usted habla, viene de parte de Dios?
Oremos juntos. Señor Dios Todopoderoso, gracias porque somos parte de tu hermosa creación, gracias porque nos has dado nuestros sentidos, ayúdanos a establecer siempre una relación muy fuerte con tu Santo Espíritu, de tal forma que hablemos como a ti te agrada, veamos y escuchemos, lo que tú  quieres, llénanos de tu Presencia, para que seamos personas de desafío para quienes nos rodean. Gracias, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, amén.

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