UN REGALO ESPECIAL // Isaías 26: 3-4

Dios tiene hoy y cada día principios de bendición registrados en su palabra, conócelos, créelos y practícalos, y verás como tu vida será mejor. Con aprecio, Pastores Jhon Milton y Norma Stella Rodriguez. Misión Paz a las Naciones.

UN REGALO ESPECIAL Texto  Bíblico : Isaías 26: 3-4 Si algo anhelamos profundamente la mayoría de las personas es paz, porque entendemos que mediante la paz es que podemos alcanzar la tranquilidad y la alegría, no obstante, la paz no viene mediante persona alguna, o por hacer algún rito en particular, ni siquiera por pretender ser un oasis de amor, donde todos puedan llegar confiadamente. La verdadera -y duradera- paz, es la que procede de Dios y que en su amor y misericordia, coloca en cada persona que de manera voluntaria decide buscar de Él en cada instante del día. Bien lo dice la Palabra, "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado".  He aquí el secreto. Queremos paz, entonces perseveremos en estar pensando en todo momento en nuestro Amado Dios; porque la paz no es algo mágico, ni la pueden otorgar los hombres y es tan real, pero al tiempo tan exclusiva, porque no es que todos tengan acceso a esa paz. Dios está dispuesto a llenarnos de su paz, pero depende de nosotros mismos el recibirla; entonces una de las cosas que debemos hacer para adquirirla es perseverar día y noche, a cada instante, estar pensando en Dios, esto nos avoca a tomar decisiones drásticas con nuestra mente, porque es importante cultivar una mente pura, quizás no podemos evitar que un mal pensamiento pase vertiginoso por ella, pero lo que sí podemos hacer es no permitir que nuestra mente sea llena de cosas que desagradan al Señor. Alguien podría decir: ¿Y cómo sé qué es lo que agrada o no a Dios? Sencillo, estudiando y meditando su Palabra, día y noche; es más, ojalá en cada instante del día, así sea un versículo y memorizar uno diario, tendríamos al final de año como mínimo, trescientos sesenta versículos aprendidos. ¡Qué gran cambio! Y es que la Palabra, nos muestra la mente de Cristo. La paz, es el resultado de confiar en Dios, y nos hace personas tan armoniosas, que la gente a nuestro alrededor, quisieran -como en ocasiones nos lo expresan-, de "aquello" que hay en nosotros, que no saben qué es. ¡La paz de Dios! que nos llena de gozo permanente. Así que hoy, puede empezar por gravar en su mente este versículo (3) y obligar, si es del caso, a su mente, a estar pensando en Dios, permanentemente. Oramos juntos. Amado Dios, muchas gracias porque tu paz está disponible para todo aquel que esté pensando en ti permanentemente, y nos llena de una absoluta confianza en tu amor; esa paz que podemos mostrar a otros y llevar a todas partes, para que otros deseen lo que tenemos de ti en nuestro corazón, te alabamos por ello, y de nuevo gracias, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo. Amén.