lunes, 10 de octubre de 2011


PROMOVIDOS A SU BENDICIÓN. Filipenses 2:1-21 (N.V.I).


La palabra promovido significa: Ir a nuevos niveles, o por encima de algo corriente. 
A través de la Palabra de Dios, notamos que siempre nos está llamando a renovarnos, a ir más allá; en definitiva, Dios nos quiere promover para que seamos personas exitosas en todo. Con esta conferencia aprenderemos las claves para ello y cómo ser guiados a la bendición permanente que el Señor nos quiere entregar. 

1. Ser uno con el Espíritu Santo (Filipenses 2:1-2) 

Es muy importante hacer equipo con el Espíritu Santo, porque con Él tenemos todas las de ganar. El Espíritu Santo quiere ser uno con nosotros constantemente y nos quiere respaldar, pero para esto necesitamos ser uno solo con Él. 

Debemos consultar con el Espíritu Santo todas nuestras decisiones, porque ésta es la única manera de hacer lo que a Dios le agrada; para ello requerimos tener una comunión muy íntima y especial con el Espíritu Santo, para que sea Él quien realmente guíe nuestros caminos y nuestras decisiones. Sin embargo, debemos tener presente que es de vital importancia quitar el pecado de nuestra vida, para poder permanecer cerca de Su presencia. Al estar en esa perfecta comunión con el Espíritu Santo, se hará evidente en nosotros su fruto (Gálatas 3:20), el cual muestra un carácter transformado y una personalidad agradable, por lo cual debemos propender siempre mantenernos en Su comunión. No obstante es bueno preguntarnos: ¿Qué tanto de ese fruto me hará falta? 

2. Ser humilde (Filipenses 2:3)
Humildad, tiene dos significados según el diccionario:

1 Cualidad del carácter de una persona que le hace restar importancia a sus propios logros y virtudes y reconocer sus defectos y errores. Lo contrario es: soberbia, vanidad.
2 Condición de la persona de clase baja, con pocos recursos económicos. 
Para nuestro pasaje, tomamos el primer significado, porque siempre el Señor nos está llamando a reconocer nuestros errores y rendir nuestra vida delante de Él. Necesitamos tener muy claro que entre más grandes sean las bendiciones que el Señor nos confíe, es cuando más debemos guardar nuestros corazones del orgullo, porque al Señor esto no le agrada, y es más, ése mismo orgullo impide que Dios nos promueva y que siempre tengamos un corazón humilde para decirle a Dios que podemos mejorar, y que más tiene Él para enseñarnos. Dios siempre va a querer promover a los humildes.(Mateo 23:12) 

Además, de promovernos, nos llena de Su gracia, la cual el Señor nos da inmerecidamente (Santiago 4:6); no obstante, es necesario entender que nuestro corazón debe siempre permanecer humilde y sometido a Su voluntad, porque Dios siempre tiene algo nuevo para enseñarnos (Salmo 138:6); por esa razón es importante sacar toda altivez de nuestra vida. Nunca nos cansemos de ser humildes, aunque encontremos en nuestro caminar con Cristo, personas groseras con nosotros, es nuestra obligación como hijos de Dios, bendecir en todo tiempo, porque esto agrada y alegra el corazón del Señor. 

3. Sacar el egoísmo (Filipenses 2:3-4) 
Debemos sacar de nuestra vida el egoísmo, y que para nosotros sea un privilegio y un honor, el bendecir, el dar y el entregar a otros, puesto que esto agrada a Dios de manera especial. Recordemos que el tener un corazón generoso y amable, es testimonio de que nuestra vida está rendida al Señor 

Dios nos da poder de hacer muchas cosas, y es por la gracia que hemos recibido de Él que debemos de igual manera dar a los demás de gracia (Mateo 10:8), nos es necesario servir a las personas que nos rodean como si se tratase del mismo Jesús (Efesios 6:7). El mismo Señor Jesús nos enseña que es mejor dar que recibir (Hechos 20:35), aunque es nuestra decisión el ser obedientes y podremos entonces ver, cómo somos promovidos por el Señor. 

Conclusión: La única forma de ser promovidos por el Señor, es aplicando estos principios de manera radical en nuestras vidas; sin embargo, este tema continua ¡no te lo pierdas!

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