Alabemos al Amado
Salmo 103
No olvidemos nunca ninguno de los beneficios del Señor, porque no sólo perdona todas nuestras iniquidades, sino que sana nuestra alma y nuestro cuerpo y por si fuera poco, nos saca "del hoyo" en que nuestra vida pueda estar sumergida.
Hoy domingo se congrega la mayoría de la iglesia, obviamente otros lo hacen en sábado, sobre todo la iglesia juvenil, pero sea en sábado o domingo, tengamos presente que nos congregamos es para alabarlo y exaltarlo, para que nuestra alma precisamente recuerde todo el bien que ha recibido de la mano de Dios, para que coloquemos la semana que hoy empieza en su mano poderosa.
No deje de congregarse, eso equivale a perder una oportunidad grandiosa de decirle en unión de nuestros hermanos -que es como tanto le agrada a Dios-, que le amamos con todo el corazón y para que nuestra alma tenga la oportunidad de rendirse ante nuestro Señor.
Dice el salmista más adelante (Vr. 5), que es Dios quien sacia de bien nuestra boca y nos hace rejuvenecer como el águila. Y es que con Dios tenemos nuevas fuerzas, porque es el único que conoce nuestra condición (Vr. 14), entonces a donde más vamos a ir, sino a Dios, para que al rendirle nuestra vida Él pueda hacer esos milagros que tanto anhelamos recibir.
"Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová". Que este sea también para usted su deseo y frase favorita.
¡Vamos! ¡Vamos juntos a adorarle!, porque es quien sacia de bien nuestra boca. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario