El lugar perfecto
Juan 8: 12 y 21-23
El Señor Jesucristo nos muestra que no somos nadie sin Él, es la razón por la cual, debemos siempre buscar esa luz que ilumine nuestro ser, para que no andemos en tinieblas; no hay cosa más aburridora que tratar de caminar a oscuras, porque uno se tropieza con una y otra cosa.
Precisamente por eso el Señor Jesús nos advierte que le sigamos, de esa forma no sólo no tropezaremos, sino que tendremos la luz de la vida, es decir, un lugar asegurado junto a Él y por la eternidad. Luego, más adelante les advierte a los fariseos que le persiguen que le estarán buscando luego y no le podrán encontrar, sino que morirán en sus pecados, razón por la cual no podrán seguirle a donde Él va (Vr. 21).
Los judíos -que le perseguían-, no podían entender de qué se trataba todo lo que les estaba diciendo, porque mientras el Señor Jesús hablaba en términos espirituales, estos hombres estaban pensando en forma carnal y por tanto, muy alejados del pensamiento de Jesús.
Los que somos hijos de Dios, tenemos que aprender a hablar y a entender, los temas espirituales, recordar que nunca el Señor obra en nuestra carnalidad, Él siempre estará esperando que levantemos la mirada hacia Él, por eso precisamente nos invita a seguirle, para que no tropecemos aquí y allá, pero también para que siempre estemos en el lugar donde Él está, por algo aquella escritura que dice: "porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas"(Mateo 24:28).
Estar bajo la protección del Señor Jesús nos garantiza que podremos descansar siempre en Él, y que no tendremos ni temores, ni angustia, y mucho menos tropezones de ninguna clase, porque su luz nos guiará, y al estar siempre a su lado, nos garantiza una vida llena de éxito y de gozo permanente.
Si usted hoy cree que tiene una dificultad tan tenaz que ni siquiera la puede compartir con otra persona, le felicito, porque ese es un desgaste, es mejor decírselo a Jesús, sigámosle a Él, busquemos su luz y ubiquémonos al lado del Maestro, entonces no sólo nos dará fortaleza, sino que como dice una vieja canción de alabanza en uno de sus apartes: "Sendas Dios hará, donde piensas que no hay, Él obra de maneras que no podemos entender..." Es cierto, quizás en ocasiones ni entendamos, pero tengamos -por decirlo en forma coloquial- "un relax espiritual", y permitamos que el Señor obre, aunque nada sea comprensible en este momento.
Oremos juntos. Amado Dios, gracias por tu Hijo Jesucristo que es mi Luz y el lugar Único en el cual realmente encuentro refugio y fortaleza, gracias por acogerme con tu poderosa mano. Amén.
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