El
punto de atracción
Recabando
sobre el tema de la atracción tanto de lo bueno, como de lo malo, hoy le invito
a reflexionar sobre algo que la Palabra nos enfatiza en forma especial en este
Proverbio, como son: la misericordia, la sinceridad, la obediencia y
dependencia de Dios para ser prudentes.
Aunque algunas personas quizás, lo nieguen, todos de
una u otra forma, queremos el reconocimiento de la gente a nuestro alrededor,
no queremos ser menospreciados, ni mucho menos ignorados, hemos sido creados
para ser personas altamente sociables, eso es intrínseco en el ser humano,
desde el mismo momento que el Señor dijo: "No es bueno que el hombre
esté solo, le haré ayuda idónea"(Génesis 2:18); no obstante,
sí debemos poseer ciertos atributos los cuales, debemos propender por que
estén siempre activos en nosotros, tales como la transparencia, la sinceridad;
no hay cosa más aburrida que tratar con persona mentirosa, hipócrita a la cual
nunca en realidad se termina de conocer, es un hecho que no se necesita ser
sicólogo o "un iluminado", para descubrir a tales personas; ni qué
decir de aquella que no tiene un corazón sencillo y comprensivo, el tal es como
una piedra, que nadie quisiera tener cerca.
El proverbista nos da un consejo, que creo debemos
recordar en este día:
"No seas sabio en tu propia opinión; teme a
Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para
tus huesos (Vr. 7); este es el punto, ¿queremos atraer todo lo bueno a nuestra
vida? Entonces seamos gente que aprende a obedecer y por tanto, podemos ser
amables con la gente, tener un corazón misericordioso y comprensivo. Hoy día
escuchamos que la gente se agrede y llegan hasta el asesinato por intolerancia,
por el engaño, porque tienen un corazón orgulloso. Seamos hoy agentes de cambio
y aprendamos a mirar a los demás, como nos gusta que Dios nos mire a nosotros.
Sólo así estaremos atrayendo todo lo bueno y lo amable que estamos anhelando, y
el éxito nos "arrollará". Dios le bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario