Los niños son de Jesús
Apartamos los niños del Señor Jesús, cuando en lugar de llevarlos con nosotros a la Iglesia para que esté en su ministerio infantil, lo dejamos al cuidado de alguien en casa, aduciendo que como está tan pequeño nada entiende, o que está haciendo calor o frio, etc., de igual forma apartamos a nuestros niños de Jesús, cuando no proveemos para que ellos puedan reunirse en una célula, o en alguna actividad espiritual programada para ellos.
Este episodio nos debe llevar a considerar qué actitud tenemos respecto a los niños en cuanto a mostrarles a Jesús con nuestro testimonio, los discípulos del Señor, hombres que sabían cómo era el Maestro con todos, trataron de apartarlos para que no molestasen al Señor, es fácil imaginarnos cómo se molestaría el Señor Jesucristo con ellos, y luego les ordenó que dejaran a los pequeños acercarse a Él, porque -y aquí una palabra bien dura para todos los adultos-, "de los tales es el reino de los cielos"; ¡qué tremendo! ¿Verdad? ¿Cómo sería la expresión de los discípulos? ¿Quizás como la que usted y yo ahora tenemos? Pues sí, es tan fuerte esta enseñanza, porque en otra parte de la Palabra dice que nos debemos hacer como niños para alcanzar el reino de los cielos.
Permitamos que el amor de Jesús a través de nosotros fluya hacia los niños que nos rodean, siempre recordemos este episodio y no le impidamos a alguno de ellos acercarse a Jesús.
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