Superando
todo escollo
Jerusalén en la biblia tiene varias formas
de ser presentada y a la vez, diferentes significados, todo para que entendamos
que hay un lugar especial que nos espera, preparado por Dios el Señor, pero de
igual forma, existen dificultades que debemos superar en nuestro trasegar por
el mundo.
En esta parte del libro del profeta Isaías, Jerusalén
se ha dejado infestar de todo lo que le circundaba, si nos vamos a lo físico,
en efecto esta ciudad, estaba circundada por todo tipo de pueblos incrédulos,
idólatras y de inmundicia sexual, lo cual por obvias razones, había
afectado de alguna manera, a sus moradores, quienes se dejaron llevar por el
temor, la angustia, la desesperación y aceptaron como suyas todo tipo de
enseñanzas foráneas; al punto, que los mismos líderes espirituales, puestos por
Dios, se volvieron prevaricadores, es decir, incitaron al pueblo a faltarle a
Dios y a sus mandamientos.
Dios nos muestra en esta Escritura, la
importancia de estar aferrado a su Palabra, precisamente para cuidarnos de los
falsos maestros, falsos profetas, o falsos líderes, porque es un hecho que
siempre los ha habido y los habrá; porque lo que nos espera con Dios es
grandioso, pero lo nuestro es perseverar en la sana doctrina, y esta la
encontramos en la Palabra, pero también es necesario obedecerla, y una de las
tantas enseñanzas que en ella encontramos, tiene que ver justamente con el
hecho de no dejarnos de congregar (Hebreos 10:25), porque necesitamos el calor
de la Iglesia y si estamos en una sana doctrina, entonces no movernos de allí y
por el contrario, asirla con todo nuestro corazón. Dios es su ayudador, no
tema, más bien siga adelante y aférrese cada día más y más, del Amado
Jesucristo de Nazaret.
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