Nuestro confidente especial
El rey Salomón quien es el autor del libro de los
Proverbios, plasma en ellos sus experiencias y las que pudo observar en sus
amigos, vecinos y aún en sus propios servidores, para luego transmitirlos a
forma de consejos muy puntuales. En este por ejemplo, hemos tomado estos
versículos en los cuales nos hace ver la importancia que tiene el diálogo, hoy
día se escucha mucho sobre la importancia del mismo, pero infortunadamente casi
nadie lo utiliza; el rey Salomón ya lo aconsejaba como un instrumento especial
para no tener desavenencias o dificultades con otros, es un hecho que somos
diferentes el uno al otro, por tanto, no podemos esperar que pensemos y
actuemos de total acuerdo siempre.
No descubrir el secreto -advierte-, de la persona con
la cual se tiene el impase, a otros; qué cosa más desagradable cuando por un
momento de ira o desacuerdo, las personas que antes eran tan buenos amigos,
deciden revelar secretos del otro, violentando esa confianza de la cual en
algún momento fueron depositarias; el rey prosigue y advierte que quien así
hace, queda en situación de riesgo eminente, porque no sólo puede ser
descubierto, sino deshonrado el que tal haga. Tengamos cuidado, no traicionemos
la confianza que alguien en forma quizás desesperada, puso sobre nosotros, por
la razón que haya sido.
Como hijos de Dios tenemos un consejero maravilloso
que nunca nos traicionará y en cambio sí podemos confiar en Él, se trata del
Espíritu Santo, a Él podemos contarle todo, porque es un hecho que todo lo sabe
de nosotros y es el único que nos puede dar un consejo correcto para que
podamos obtener la victoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario