Es
mejor ser Bienaventurado
A los hijos de Dios nos hace muy dichosos
-bienaventurados-, no andar en consejos perversos o por el camino de pecadores,
ni participar en sus conversaciones inmundas, o murmuraciones y críticas mal
sanas, que dañan la honorabilidad de otros.
El salmista -el rey David-, cuando escribió los salmos,
tenía un cúmulo de experiencias que quería transmitir al pueblo para que
aprendieran siempre a obedecer y a honrar a Dios; y cuando comienza advirtiendo
en este salmo cómo puede un hombre ser demasiado feliz, le advierte respecto a
lo delicado de andar bajo el consejo de los malos; hoy en día esta expresión
puede parecer muy simplista para algunos, pero el contexto de esta enseñanza y
lo que significaba en los tiempos de David, es que alguien tildado de malo, era
de una perversidad extrema, uno que se burlaba o criticaba de otros, era
denominado: escarnecedor; y esta palabra quería decir burlarse de otro delante
de los demás. La buena pregunta sería ¿Nos gustaría que de nosotros, se
burlasen, nos criticaran, o nos hicieran todo tipo de maldad?
Hagamos como aconseja el salmista (Vr. 2-3),
deleitémonos en Dios, entonces seremos como un árbol plantado en un terreno tan
especial que siempre está dando fruto permanente y bueno y por tanto, se le ve
tanta prosperidad; al punto que la gente a nuestro alrededor diga: "Yo
quiero de lo que usted tiene, enséñeme por favor"
No hay comentarios:
Publicar un comentario