UNA FUENTE IDEAL Este tema de "la lengua", es un tema bastante delicado y que toca con todas las personas, hombres, mujeres, ancianos, etc., porque como personas, somos seres de relación, es decir no podemos vivir sin compartir experiencias con otros, sin estar comunicándonos; no obstante, sí corremos el peligro de hablar más de lo necesario, y es allí donde ya hay que colocarle freno a nuestra lengua. Más no se relaciona solamente con la mujer -como algunos han pretendido hacerlo parecer-, de hecho el apóstol aquí le habla directamente al varón (Vr.2), pero realmente tiene mucho que ver con todas las personas en general; por eso es importante que tengamos siempre presente estas advertencias del apóstol Santiago. Él compara la lengua con cosas muy conocidas y que generan grandes acontecimiento, por ejemplo los grandes barcos que son movidos por un pequeño timón que manejado con destreza pues les llevará a puerto seguro; pues igual obra en nosotros la lengua. También la compara con un pequeño fuego que se inicia en algún lugar y cómo puede llegar a consumir extensiones de terreno. Es tan delicado el tema de la lengua que el apóstol advierte que es indomable y peor que una fiera salvaje y que es como un veneno mortal; en conclusión, el apóstol Santiago nos hace recapacitar sobre la importancia de saber "administrar bien" nuestra lengua; hay un dicho callejero que reza: "es mejor pensar antes de hablar"; igualmente el apóstol hace énfasis respecto de que cuando abrimos una llave -una canilla- en nuestra casa, solamente obtenemos una sola clase de agua, no sale al tiempo agua dulce y amarga, lo cual es totalmente imposible; pues igual debe acontecer con nuestra lengua, no es posible que estemos criticando o murmurando de alguien en particular, y que al mismo tiempo pretendamos alabar y exaltar a Dios, justamente al Dueño absoluto de toda criatura, incluida por supuesto aquella de la cual estemos diciendo algo.Debemos usar nuestra lengua entonces solamente para bendecir a las personas, orar por ellas y entonces sí alabar a Dios con todo el corazón, para que sea nuestra lengua fuente solamente de "agua dulce". Oremos juntos: Amado Dios ayúdanos a comprender esta enseñanza y a proponernos en verdad a atener siempre presente que nos has dado todos nuestros miembros para que los pongamos a tu servicio y así glorificarte siempre, por favor santifica nuestra forma de hablar y de pensar, te lo pedimos en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, amén. |
martes, 6 de marzo de 2012
UNA FUENTE IDEAL // Texto Bíblico: Santiago 3: 1-12
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